Estrés
- fnxentrenamiento
- 17 abr 2019
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Respuesta al estrés cómo reacciona mi cuerpo ante el peligro

El ser humano actual es el resultado final de un proceso evolutivo que nos permitió desarrollar nuestros sistemas fisiológicos, anatómicos y neuropsicológico para adaptarnos a un medio exigente y peligroso. Para poder lograr el objetivo de la supervivencia diversos sistemas de defensa se han ido desarrollando y depurando a través de la filogénesis.
Nos encontramos con el sistema de lucha-huida, el objetivo principal de este es: la supervivencia del individuo, es decir poder salir airoso de situaciones de peligro en las cuales la integridad del individuo se pone en peligro. Para ello, el organismo va a movilizar todos sus recursos de una manera instintiva o caso refleja para poder cumplir con esta misión. Este sistema lucha-huida tiene 2 respuestas operativas básicas que como su nombre lo indica son las de enfrentarse a la situación peligrosa o huir de ella. Dentro de estas respuestas de supervivencia también podríamos incluir otra que en principio no es muy adaptativa, es la de quedarse paralizado.
Estas respuestas son fundamentales para comprender los procesos de estrés y cómo estos van a influir en el ser humano, ya sea en una competición, en el trabajo, al realizar un examen o al enfrentarnos a cualquier situación. Cuando nuestro cerebro percibe una amenaza esta información llega rápidamente a la amígdala. Este núcleo de neuronas que tienen como uno de los objetivos el procesamiento emocional y que forma parte de nuestro sistema límbico va a modular la respuesta al organismo, procesando rápidamente la información del medio para dar respuesta.
Todos los procesos orgánicos anteriormente expuestos suceden en ambientes o contextos estresantes, o que el sujeto interpreta como estresantes, van a tener un efecto directo en los procesos de adquisición y consolidación de información. La liberación de hormonas estresantes, como los glucocorticoides van a tener un efecto directo en nuestro sistema nervioso central y en los procesos cognitivos superiores. Este hecho tiene un efecto directo sobre el procesamiento de información y una vital importancia para cualquier proceso de aprendizaje.
La exposición crónica a situaciones estresantes, durante semanas o meses, puede perjudicar la comunicación entre las neuronas de la región del cerebro correspondiente al aprendizaje y la memoria. Breves períodos de estrés (horas) pueden afectar a la comunicación entre células cerebrales en áreas asociadas con estas dos funciones cerebrales tan importantes. Este efecto negativo agudo del estrés tiene su base no en el cortisol, si no en la hormona corticotropina, la cual perturba el proceso por el cual el cerebro recoge y almacena los recuerdos.
La exposición a entornos de estrés crónico debilita la capacidad que puede tener un sujeto para seleccionar información importante, además el pensamiento y la memoria se ven afectados bajo estas situaciones de estrés inhibiendo la memoria a corto plazo y la capacidad para formar recuerdos a largo plazo. En situaciones de estrés se tiende a focalizar la atención y la visión se reduce a los campos centrales, perdiendo visión periférica, proceso que va a limitar las capacidades de asimilación de la información y la adquisición de nueva información.
Además, la exposición crónica a contextos estresantes afecta también al sistema inmune del sujeto, haciéndolos más susceptibles a enfermedades ya que su sistema inmunitario se deprime, lo que puede provocar más enfermedad, menos salud.
Autor: Dr. Vicente Javier Clemente Suárez
Bibliografía: Neurociencia, Deporte y Educación
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